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Los vinos espumosos son caracterizados por una importante efervescencia, debido al dióxido de carbono disuelto. El término «vino espumoso» se refiere al desarrollo de espuma que es una manifestación de efervescencia. El vino espumoso es un vino especial como los vinos fortificados y aromatizados.

La temperatura del vino es un aspecto fundamental que hay que tener muy en cuenta cuando lo servimos. Servir un vino ala temperatura adecuada permite exaltar los aromas y sabores con el consiguiente alcance del placer sensorial de quien lo bebe.

Cuando olemos lo primero que “salta” es la distinta intensidad con la que se manifiestan los diferentes olores. Incluso utilizando los frasquitos de aromas descubrirás que algunos son más intensos e inmediatos, mientras que otros requieren más concentración y «olfateo» repetidos.