Ancestral de Balbovar

Origen: Alto Turia, Valencia (España). No acogido a DO. Viñedo: Procedente de tres parcelas plantadas hace más de 35 años, en Baldovar, a una altitud entre 930 y 1010 msnm. Suelos: El suelo varia en cada una de las tres parcelas entre las gravas coluvionales y las arcillas compactadas y alcalinas de origen calcáreo. Variedad: 100% Merseguera autóctona de la Serranía del Alto Turia. Clima: Mediterráneo de altura, frío, con acentuada amplitud térmica. Viticultura: Agricultura tradicional de secano, sin regadío, con estiércol como abono y caldo bordelés como elemento para el control de desequilibrios criptogámicos. Ausencia total de pulverizaciones agrotóxicas como herbicidas o plaguicidas. Biodinámica desde 2015. Rendimiento: 13 Hl por Ha.

Fecha de vendimia: 16 de octubre de 2018. Vendimia: Manual en cajas de 12 kg. Traslado a bodega en camión frigorífico. Vinificación: Methode Ancestral. Prensa directa de racimos despabilados, desfangue severo y fermentación espontánea. Fermentación a baja temperatura y puesta en botella para la toma de burbuja a densidad controlada. Fermentación en botella en cámara termo-regulada. Degüelle manual sin dopaje de licor de expedición. Pureza total. Sin sulfatos ni otros entrantes añadidos. Embotellado: Embotellado manualmente. Degollado también manual en junio 2019. Número de botellas: 450 botellas de 75 cl. Parámetros analíticos: · Alcohol (vol.): 12,5%. · Sin sulfitos ni aditivos enológicos añadidos.

Color oro con leves reflejos verdosos. Ligera turbidez que denota su elaboración totalmente artesanal, sin filtrados y con degüelle manual que puede dejar un pequeño sedimento de levaduras en el fondo. Burbuja fina y constante. Nariz franca, muy limpia, seductora, evocando en una primera aproximación a un buen champagne con marcada mineralidad. Tras una mínima aireación, comienza a exhibir su gran personalidad construida sobre sobre la tipicidad del varietal, una merseguera de calidad excepcional, y del terroir mediterráneo de altura. Lima, pomelo, chirimoya, monte bajo y notas calcáreas. En boca, es cremoso y fluido al mismo tiempo, redondo, con una burbuja finamente integrada. Su delicado y agradable dulzor junto a una excelente acidez que lo hace largo y sabroso, lo convierten en adictivo, culminando en un final evocador donde explota de nuevo toda su complejidad.